Valores + Compasión + Juicio Crítico

Valores + Compasión + Juicio Crítico

La polarización apasionada es muy peligrosa. Con la elección de Joe Biden y Kamala Harris en Estados Unidos (la cual hoy celebro) y tras leer más publicaciones en Facebook de las que me es sano, de amistades en diferentes extremos e intermedios, decidí escribir una pequeña lista de prioridades:

(1) una clara brújula moral basada en valores firmes (y no en emociones pasajeras u obediencia ciega -las autoridades o instituciones nunca serán infalibles-).

(2) un profundo sentido de compasión y empatía por todo lo humano.

(3) un compromiso profundo con leer, cuestionar, investigar e informarnos con juicio crítico.

Así: valores + compasión + juicio crítico activo. Las tres siempre: entrelazadas e interdependientes.

1. ¿Cuáles son los dos o tres valores que me guían como persona? Esta lista de Brené Brown es útil. Es bueno escoger dos o tres: no más. Nos da claridad. En mi caso, siempre aterrizo en justicia, empatía y servicio. Los fallaré a menudo, pero hacia allá voy. Son puntos guía.

2. ¿Cómo puedo escuchar las experiencias reales de personas que no coinciden con mi visión de mundo, con el único fin de ampliar mi comprensión (en lugar de buscar confirmar mis ideas ya establecidas)?

3. ¿Cómo está mi capacidad crítica? ¿Leo? ¿Suficiente? ¿Tengo una dieta diversa de medios informativos? ¿Me informo fuera de las redes sociales? La verdad puede ser elusiva, pero sí es accesible, a veces parcialmente y a veces totalmente, cuando investigamos con curiosidad, rigor y apertura.

Sobre esto último, el orgullo nos juega malas pasadas: es posible y frecuente que nos vamos a equivocar. Es parte de ser persona. No confío en mí misma cuando me convenzo por completo de que soy «de los buenos de la película». Pero el mundo ahorita está orquestado así: para hacernos creer que somos los buenos y los otros los malos. No es falta de convicción, pero sí es resistirnos a la militancia ciega e irreflexiva. No confío en nadie que pida eso de las personas.

Y bueno, en un siglo de tanta incertidumbre, esto de no saber siempre y con absoluta certeza qué es cierto o qué es falso se siente como una patada en el estómago. Aún así, navegar esas aguas complejas es buena disciplina. Mucho daño nos hace esa lógica, casi al estilo de un mecanismo de defensa, de decir «como no sé… ¡entonces sí sé! ¡A mí no me engaña nadie!».

Vuelvo al inicio:

Valores + Compasión + Juicio crítico activo. Las tres siempre: entrelazadas e interdependientes.

Y bueno, sobre comprendernos en la diversidad desde la comunicación no violenta y los diálogos restaurativos, de eso podemos seguir hablando otro día.